En
la narración de cuentos de la tradición oral se emplean fórmulas de inicio y
cierre. Estas fórmulas son llaves metafóricas que, además de otorgar
al relato un valor poético adicional, tienen el poder de invitarnos a escuchar,
imaginar y disfrutar de otros mundos posibles: las de apertura, nos abren las
puertas a universos fantásticos donde lo más sorprendente puede suceder; las de cierre, nos traen de ese viaje imaginario al mundo real; y las de invitación, convocan a otros a contar cuentos. Cuando el narrador pronuncia esas frases mágicas, inmediatamente nos instala en
la geografía, personajes y sucesos del cuento o nos vuelve a la realidad de cotidiana.
Las
formulas de inicio y de cierre de cuentos proceden de la tradición oral o de la
invención personal de los narradores. Son expresiones que, con el paso del
tiempo, y a fuerza de repetirlas una y otra vez, se han conservado con formas
más o menos invariables. No obstante, estas fórmulas no forman parte del cuento propiamente dicho, sino que son una creación del narrador para convocar y cautivar a los receptores, por esta razón los cuentos se pueden contar sin emplear ningún tipo de fórmula característica y terminarlos con su propio final.
A
continuación les ofrecemos algunas fórmulas propias de la tradicional oral de
diversos pueblos y otras que fueron tomadas de cuentos
tradicionales en lengua castellana. Si bien el repertorio es muy amplio,
incluimos aquí las variantes que hemos recopilado de las fuentes consultadas. Estas
son:
Fórmulas de inicio
Allá por el año…
Aunque les cueste creerlo…
Bastante antes de nosotros, en un país lejano, aún más
lejano que…
Cierto día…
Cierta vez…
Cuentan en mis pagos...
Cuentan los ancianos que…
Dicen los que saben…
Dicen que una vez...
En aquellos tiempos antiguos…
En aquellos tiempos…
En los días del comienzo del mundo sucedió que…
En los tiempos de María Castaña…
En tiempos antiguos…
En un lejano lugar…
En un país lejano…
En un país muy, pero muy lejano…
En un viejo país…
Era vez y vez…
Érase lo que era/el mal que se vaya y el bien que se quede…
Érase que se era…
Érase una vez…
Éste era un rey…
Este es un viejo cuento…
Había una vez, en un viejo país…
Había una vez…
Hace muchos, muchos años…
Hace mucho tiempo…
Hace muchos, muchos años…
Hace mucho tiempo, cuando el mundo todavía estaba formándose
y los animales aun hablaban…
Hace mucho tiempo, cuando las gallinas tenían dientes…
Hace mucho tiempo, cuando las gatas usaban zapatos…
Hace mucho tiempo, cuando los cerdos todavía usaban
sombrero…
Hace muchos años, cuando tú (ustedes) ni yo habíamos nacido
sucedió que…
Mi abuela siempre me contaba que allá en…
No lo creerán pero…
Una vez mi bisabuela me contó que fue lejos, bien lejos, aún
más lejos de lo que yo podría explicar y entonces…
Una vez mi bisabuelo anduvo y anduvo…, anduvo todo lo que
pudo, semana tras semana, mes tras mes, años y años, hasta que llegó a un
lejano pueblo en que…
¿Ustedes sabían que…?
Vivía una vez…
Formulas de
finalización
Colorín colorado,
este cuento se ha acabado.
Colorado colorín, este cuento llegó a su fin.
Colorín colorado,
este cuento se ha acabado, pasó por un caminito, pasó por otro, y yo mañana te
cuento otro.
Colorín colorado, el cuento de mi abuelita se ha terminado.
Como me lo contaron te lo cuento y no me lo
invento.
Esto es verdad y no miento, y como me lo contaron así lo
cuento.
Si supieran cuanto lo lamento, porque aquí se acabó el
cuento.
Y a este cuento viruento, viruento, dicen que se lo llevó el
viento.
Y aquí se acabó el cuento y se lo llevó el viento.
Y aunque testigo yo no he sido, así me lo han referido.
Y colorín colorete, este cuento es de juguete.
Y cuando la luna salió, este cuento se terminó.
Y entonces el gallo cantó y este cuento terminó.
Y este cuento se acabó.
Y fueron felices y comieron perdices.
Y fueron felices y comieron perdices, y se tiraron los
huesos por las narices.
Y fueron felices/comieron perdices/y a mí no me
dieron/porque yo no quise.
Y los cuentos/se los
lleva el viento.
Y se acabó este cuento con pan y pimiento, y todos contentos.
Y vivieron contentos y todos los días se contaban cuentos.
Y vivieron felices por siempre.
Y vivieron felices y comieron perdices.
Zapato limpio, zapato roto, otro día te cuento otro.
Formulas de invitación
Ancha la mar, angosto el río, cuenten el suyo, que yo ya
conté el mío...
Cuento verdadero o cuento inventado, cuenten el suyo que el
mío ya ha terminado...
Entra por el sano, sale por el roto, el que quiere venga y
me cuenta otro...
Pasó la montaña y atravesó el mar, ahora te toca a ti
contar...
Se fue por un camino y regresó por otro, para que tú ahora
me cuentes otro...
Y así terminó. Luego sopló el viento, y ahora yo escucharé
otro...
Y como mi cuento fue tu arrullo, ahora yo quiero escuchar el
tuyo...
Y pasó por un camino y volvió por otro para que Fulanito te cuente otro...
Y un zapato roto, lleno de porotos, para que usted, me cuente otro...
Y yo me fui por un caminito sembrando porotos, y usted señorita, me cuenta otro...
Y así el cuento, como el mate, iba rodando de boca en boca...
Yo conté y terminé, ahora le toca a usted...
Vine por el río y encontré un puente, aquí estoy yo para que
usted me cuente...
Zapatito, zapatito, zapatito roto, mejor que me cuentes otro...
Fuentes consultadas:
Barberis,
Alicia: Viaje hacia los cuentos. El arte
de contar cuentos a los niños. Buenos Aires: Ediciones Colihue, 2013.
Castronovo,
Adela y Martignoni, Alicia: Caminos hacia
el libro. Narración y lectura de cuentos. Buenos Aires: Ediciones Colihue,
2011.
Mato,
Daniel: Cómo contar cuentos. El arte de
narrar y sus aplicaciones educativas y sociales. Buenos Aires: Novedades
Educativas, 2017.
Padovani
Ana: Contar cuentos. Desde la práctica
hacia la teoría. Buenos Aires: Paidós, 2007.
Pelegrín,
Ana: La aventura de oír. Cuentos y
memorias de tradición oral. Bogotá: Cincel Kapeluz, 1984.